viernes, 5 de junio de 2015

Opinión literária: "La Daga de la Ceguera" (El portador de Luz 2), de Brent Weeks. Reseña de Francisco José Arcos Serrano

 

“Una segunda parte que amplía el fantástico mundo de esta saga, llamada a convertirse en un clásico moderno”

Gavin Guile pensaba disponer de cinco años más de existencia como Prisma, y ahora resulta que le queda menos de uno. Con cincuenta mil refugiados a su cargo, por no hablar de un hijo ilegítimo que hay que formar en las artes mágicas y una ex novia que bien podría haber descubierto su más oscuro secreto, le llueven los problemas.
De repente, la magia en todo el mundo está fuera de control, y este caos amenaza con acabar con las Siete Satrapías. Peor aún, los dioses antiguos están a punto de renacer, y sus ejércitos parecen imparables. Tal vez el único camino para la salvación sea arrojar luz sobre la mentira que rige la vida de Gavin desde hace dieciséis años.

Brent Weeks dejó el pabellón bien alto con el final de El Prisma Negro (El portador de Luz 1), así que ya había ganas de hincarle el diente a la segunda parte de esta tetralogía que tanto éxito está cosechando entre los amantes de la literatura fantástica.
En este segundo libro (y al contrario de lo que ocurría en su primera parte) el escritor opta por adentrarnos de lleno en la acción tan sólo unos días después de los hechos de El Prisma Negro: respecto a esto tengo que decir que a pesar de las más de 900 páginas de las que consta esta nueva entrega, Weeks se las apaña para que el ritmo no decaiga en ningún momento.
Volvemos a encontrarnos con Gavin, Kip, Liv y a Andross Guille (entre otros), protagonistas que irán creciendo conforme avanza la narración y cuyas elecciones en un momento determinado variarán el camino de otros personajes, siendo estos el cultivo para nuevos acontecimientos y giros que nos mantendrán de nuevo enganchados.
Otro de los detalles que no debemos pasar por alto es la presentación de nuevos personajes (secundarios en su mayor parte), todos ellos relacionados con innovadores patrones de la luxina. Conociendo a Brent Weeks seguro que nos aguardarán muchas sorpresas en un futuro cercano con respecto a estas nuevas incursiones.
Otra de las grandes virtudes de este libro son las diferentes subtramas que finalmente convergen en varias líneas narrativas, todas ellas repletas de increíbles escenarios y territorios repletos de luces y colores que harán volar nuestra imaginación.
De todos los personajes quizás me siga quedando con Kip, una de esas creaciones que te van ganando poco a poco y al que definitivamente le coges cariño (es muy fácil poder identificarse con él en algunos aspectos de su vida).
Cuando finalizas la lectura de La Daga de la Ceguera te queda la sensación de haber leído una gran continuación, en la que Weeks no cesa en su empeño de seguir enriqueciendo este fantástico mundo lleno de aventura, magia, intriga y múltiples conspiraciones en la sombra; todo ello no hace más que potenciar la excelente labor de este autor como escritor todoterreno de calidad (narración fluida, descripciones justas sin llegar a ser cansinas y un uso de los diálogos muy eficaz son algunas de las cualidades de Brent Weeks).
Respecto a la edición: sólo comentar la reducción del tamaño con respecto a la entrega anterior y la existencia de un apéndice repleto de información que nos ayudará a entender mucho mejor a los personajes y algunos conceptos un tanto complejos que salpican la narración.
En definitiva: La Daga de la Ceguera no decepciona para nada (incluso podríamos decir que supera a su predecesora), así que desde aquí mi más sincera recomendación para que os subáis a la fiebre de El portador de Luz, una de las mejores sagas de fantasía de la actualidad.

martes, 2 de junio de 2015

Opinión Cinematográfica: "Mad Max: Furia en la carretara" por Rubén GIráldez




Crítica Mad Max: Furia en la carretera



Se ha hecho esperar y ha sufrido uno de los rodajes más desquiciantes de la historia del cine. Pero Mad Max: Furia en la carretera ya está arrasando en las pantallas de todo el mundo. Han pasado 30 años desde la última post apocalíptica aventura de Max Rockatansky en Más Allá de la Cúpula del Trueno y este brutal y desolado universo del cineasta George Miller ha sufrido un buen lavado de cara, además de tener a Tom Hardy (Warrior, El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace) como sustituto del duro de Mel Gibson (Bravehearth, El Patriota) en este nuevo capítulo de las (des)venturas de Max "el loco".

En esta ocasión, Max se ve implicado en un viaje para escapar de un tirano, cuando conoce a una aguerrida mujer que se lleva a las jóvenes y bellas esposas de Inmortan Joe hacia un lugar lejos de toda aquella barbarie.

Poco más contaré del argumento de Furia en la carretera. Es mejor que el espectador se deje arrastra por esta demencial persecución. Porque sí, puede que muchos critiquen la simpleza del argumento del film al tildarlo de una mera persecución. Pero esa gente no se ha parado mucho en ver TODO lo que la rodea. Además de que una película como Mad Max: Furia en la carretera no busca ser el nuevo Ciudadano Kane. Claro que tiene elementos y momentos para al reflexión, pero no hay que olvidar que quienes vemos esta película es para ver locos al volante de demenciales vehículos en un mundo post apocalíptico.

Lo cierto es que la película aún se toma su tiempo para arrancar... argumentalmente hablando. En esa primera parte descubrimos los elementos que conforman este mundo en el que la esperanza parece ser tan escasa como el agua o el combustible. Y he de decir que estas partes las disfruto demasiado... Una semana antes de visionar Furia en la carretera, me marqué un maratón de la trilogía original. Y he de admitir, que a primera vista, estas películas no son gran cosa... Claro que tenían estupendas escenas de acción para su época. Pero fallaban en demasiados puntos... Pero a medida que veías las películas te dabas cuenta de que había todo un nuevo mundo tras esas insulsas historias. ESE es el elemento que hace brillar a Mad Max. Y han hecho falta 30 años, para que Miller se haya puesto manos a la obra y nos haya dado una buena ración del universo Mad Max. La ciudadela de Inmortan Joe ya da para hablar de ella durante páginas y páginas. El propio Inmortan ya es un personaje al que destacar. Y todo lo que ha construido sobre las cenizas del viejo mundo: todo un reino y una religión con una legión de acólitos que lo siguen con fe ciega.

La religión del V8. Los Medias Vidas y sus bolsas de sangre. La Ciudad de las Balas. El Valhalla... Todo esto es parte del universo de Mad Max. Un universo y mitologías que merecen la pena explorar.

Pero esto no es un documental. Es una película de acción. Y como tal, Furia en la carretera no solo cumple, sino que se sale de lo establecido. Esta es una época en la que el buen cine de acción parece estar perdiéndose. Si se le pregunta a un aficionado al género a que te mencione buenas películas de acción contemporáneas, seguro que solo mencionan The Raid. Yo no es que se diga que sea todo un experto en la materia. Pero es cierto que apenas puedo decir unas cuantas películas de acción que me hayan hecho vibrar en el asiento en los últimos años. Dredd sí que me hizo rememorar algunos grandes momentos del cine de acción ochentero. Y es cierto que hace nada que disfruté con la acción de Kingsman y las escenas de acción comiqueras de Los Vengadores: La Era de Ultrón. Pero Mad Max: Furia en la carretera da unos cuantos pasos por delante de todas estas. Parece increíble que tras las cámaras esté un hombre de 70 años. Pero está claro que la edad y la experiencia se dan de la mano, porque Miller se ha afanado en transmitirnos esa acción adrenalítica en las escenas y planos de esta película. Pocas veces tendremos un respiro de tranquilidad. El director ha conseguido transmitirnos ese eterno peligro que sufren los personajes al vivir en ese terrible mundo. Además, hay que alabar que el hombre haya hecho que la película sea lo mínimamente digital, haciendo casi todo de manera artesanal. Logrando así un acabado final que ya quisiesen muchas otras producciones.  

La fotografía es otro de los grandes aciertos del film, logrando crear bellísimas estampas de este particular apocalipsis que se quedan demasiado grabadas en las retinas del espectador.

Vayamos con el reparto de la cinta:

Tom Hardy, a pesar de las desconfianzas de muchos nos da una nueva visión del personaje de Max. Y, aunque seguro que para ningún fan de la saga ha logrado superar a Mel Gibson, hay que alabar su trabajo al interpretar este papel. Seguimos teniendo a este duro y monosilábico justiciero haciendo lo que mejor se da. Y además, se explora aún más todos estos problemas y arrepentimientos que arrastra el personaje, traduciéndose en terribles visiones de sus fantasmas personales. Todo un acierto esta parte.

Sin duda, la que sobresale de todo el plantel es esta irreconocible Charlize Theron (Monster, Hancock). Ella es Imperator Furiosa. Mujer de confianza de Inmortan Joe que acabará traicionándola y que busca el lugar en el que nació, un Edén al que escapar de toda la locura y muerte de este nuevo mundo. Apena que al final, el proyecto de realizar una película anime que nos contase sus orígenes no viese la luz. Pero los problemas en el rodaje de Furia en la carretera lo impidieron (al menos, parece que tendremos esta génesis en formato cómic). Como su nombre bien indica, esta mujer es toda una Furia, y la actriz nos logra transmitir toda esta explosión de emociones con tan solo una mirada. No entraré en el tema del feminismo de esta película. Pero no negaré que las mujeres son MUY importantes (ellas son las representantes de la Vida, mientras que los hombres, en general, son los de la Muerte) y que Furiosa es uno de los mejores personajes femeninos de la historia del cine de acción por méritos propios.

Seguimos con un gran secundario e irreconocible Nicholas Hoult (X-Men: Primera Generación, Memorias de un Zombie Adolescente). Él da vida al Media Vida y Chico de la Guerra Nux. Que por azares del destino acabará formando parte de la odisea de Furiosa y Max. Un personaje que representa la nueva sociedad tras el apocalipsis y nos ayuda a entender este nuevo mundo. Además de ser el que sufre la mayor evolución en esta película. Sin duda, he sido testigo de la historia de un gran personaje.

Termino con Inmortan Joe, el villano de la función. Que en menos de cinco minutos nos hace olvidar a Humungus de Mad Max 2 y se corona como el mejor villano de la saga. Ya no solo por su brutal aspecto, sino también por ser un tipo que ha sabido aprovechar la hecatombe nuclear para ser, no solo el regente de la ciudadela, una especie de mesías o dios de unas desdichadas gentes que solo quieren unas gotas diarias de la preciada agua(cola) que monopoliza y comandante de una legión de fervientes y pálidos seguidores. Como curiosidad, hay que decir que el actor que da vida a Inmortan Joe es Hugh Keays-Byrne, el primer villano de la saga, Cortauñas.

Los demás personajes cumplen, aunque son esos cuatro los que más cabe destacar.

Si ya la trilogía original marcó escuela, siendo homenajeada, plagiada y parodiada hasta la saciedad. Está claro que esta película (y las siguientes que conformarán esta nueva trilogía) no será menos. Y es que el vestuario y diseño de armas y vehículos son de lo más atractivos, haciendo que no queramos nunca abandonar este rico universo.

La BSO es vibrante, épica y fantástica. Además de tener esos poderosísimos tambores y los riffs de ese alocado y invidente guitarrista (GRAN secundario) aderezando este espectáculo.

Muchos siguen preguntándose si esta película es una secuela o un reboot. Y, aunque es fácil afirmar que se trata de la continuación de Mad Max 2, no hay que olvidar que desde el minuto uno vemos al Interceptor de Max... Por suerte Miller ha dicho que no es nada de eso, simplemente ha cogido al personaje y lo ha puesto en este mundo 30 años después. Siendo esta un nuevo capítulo en la historia de Max que se desenmarca (un poco) del conjunto.

También no son pocos los que se pregunten si es necesario ver las tres anteriores películas para disfrutar de Furia en la carretera. Yo diría que no. Claro que es muy recomendable haber visto la trilogía original para no perderse ninguno de los guiños (atentos a esa cajita musical). Pero esta es una perfecta invitación a todos aquellos nuevos espectadores, además de ser toda una expansión del universo que cautivó a todos aquellos fans de la saga.

A pesar de que Mad Max: Furia en la carretera está gozando del visto bueno de la crítica, no son pocos los que se afanan en cargar contra ella. Para empezar, tildándola de simple. Como ya he dicho, todo aquel que dice eso es porque no se ha molestado mucho en verla. Además, de ser una película que no necesita de sesudos argumentos (lo mismo le pasó a Pacific Rim que no se dejaba influenciar por lo simple de su argumento, no solo dándonos una gran película de acción, sino todo un rico mundo que merece la pena explorar). Otros están criticando que el personaje de Max no sea más que un secundario y el de Furiosa tenga un excesivo protagonismo... Seguro que esa gente no se ha leído el título del film detenidamente. Cierto, parece que Max queda relegado a un segundo plano para el lucimiento de Furiosa. Pero esto no es así. Sí, esta es la historia de Furiosa, pero el papel de Max es indispensable. Él los ayuda a pesar de no tener que hacerlo (esto queda claro en el minuto final de la película). Además, este equilibrio de protagonismo se traduce en grandes escenas y momentos (como la de ese tiro en el que Furiosa debe apoyar el arma en el hombro de Max). Y luego están los que tildan la película de feminista... Soplapollez grande. Sí, en esta película la mujer cobra gran protagonismo... ¿Y qué? Precisamente que cause tanto revuelo esto es motivo de preocupación. En el mundo de Mad Max las mujeres son imprescindibles. Ellas son las que pueden dar vida (grande el diálogo con esa anciana nómada y las semillas) y esto hace que gente como Inmortan Joe llegue a tratarlas como objetos preciados dignos de un rey.

Críticas y comentarios que hacen que nos olvidemos de lo que de verdad importa: disfrutar del cine. Y os aseguro que esto ocurrirá con Furia en la carretera.

Si hay algo que no me gustó de la película, ha sido el poco uso de la sangre... Sí, la película tiene un buen par de escenas sangrientas. Pero se nota que Miller se ha contenido bastante para hacerla más accesible a toda clase de públicos. Y esto no puede ser cuando nos has presentado un mundo sin leyes ni moral en el que lo único que importa es el agua y la gasolina y en el que la muerte reina a ritmo de tambores y guitarra.

Mad Max: Furia en la carretera no fue vista, en general, con buenos ojos nada más anunciarse. Y sus trailers hicieron creer a muchos que la película no tenía más que ofrecernos. Claro que esto cambia al visionarla. George Miller ha realizado una de las mejores películas de acción de la historia (no son pocos los que afirman que es la mejor de las últimas décadas) que expande el universo de Mad Max hasta límites insospechados. Haciéndonos contar los días que faltan para volver a este mundo en la anunciada secuela y en el inminente videojuego. Sin duda, este ha sido el año de Max, con una de las mejores películas de 2015.

Lo Mejor: El universo Mad Max en continua expansión. Y la gran lección de cine de acción de George Miller.
Lo Peor: El poco uso de la sangre.