martes, 28 de abril de 2015

Promocionamos: “El misterio del profesor Elphistone” de Luis Guallar e ilustrado por Aina Albi



 
Hoy os traemos una novedad de la editorial Tyrannosaurus Books, una publicación que aunque este catalogada como infantil/juvenil también será una lectura deliciosa para adultos.
 
Además del sello de calidad que ya va impreso en la editorial Tyrannosaurica, con “El misterio del profesor Elphistone” tenemos otro plus de garantías y es que el escritor de dicha obra es Luis Guallar autor de “Cara de Muerto” (podéis leer la reseña AQUÍ) y a los lápices nos encontramos a la gran artista Aina Albi que ya ha colaborado con esta editorial ilustrando la obra de Pepa Mayo “Un Fantasma en Villa Florita”. A medida que vayáis leyendo el artículo os mostraremos unas ilustraciones que harán que queráis tener este libro.
 
“El misterio del profesor Elphistone” es una divertida novela de aventuras protagonizada por dos jovencitos y su abuela, quienes deberán descubrir un misterio que podría cambiar el mundo. Una historia ambientada en la época victoriana, retrofuturismo, cacharrería, autómatas, inventores visionarios, persecuciones alocadas, hombres misteriosos con bombín y gafas de sol...y mucha diversión.
 
 
 
Ficha técnica
Título: El misterio del profesor Elphistone
Autor: Luis Guallar y Aina Albi
Género: Aventuras, steampunk, fantasía
Páginas: 276
Formato: 140 x 210mm. Portada a color (300 gr.) con laminado mate. Interior papel novela 80 gr. en blanco y negro. Rústica con solapas.
A la venta próximamente: 30 de abril de 2015
ISBN: 978-84-943638-5-6
PVP: 17,95 €

UNA FASCINANTE AVENTURA EN LA QUE LOS JóVENES HIRAM Y NELLY DEBERÁN RESOLVER UN MISTERIO EN COMPAÑÍA DE AUTÓMATAS, INVENTOS DESCACHARRANTES, LA ABUELA DE HIRAM Y SU SILLA PROPULSADA A MOTOR Y ENFRENTARSE A UNOS HOMBRES MISTERIOSOS DE LENTES NEGRAS Y BOMBÍN, EN UN MÁGICO LONDRES VICTORIANO.

Sinopsis
En Londres todo el mundo tiene un autómata, y a veces se estropean. Para casos así no hay nadie mejor que Hiram Wiggins, el muchacho del taller del señor Fletcher. Pero cuando Hiram encuentra un misterioso estuche dentro de un autómata muy antiguo, no puede imaginar el lío en el que se ha metido. Junto a Nellie, su despistada amiga amante de los mapas, y su abuela Bedelia, antigua exploradora de fama mundial, correrá mil aventuras siguiendo las pistas que contiene el estuche, en busca del último invento del excéntrico profesor Elphistone. Pero no será nada fácil: unos misteriosos hombres de negro les persiguen… y están siendo vigilados por un siniestro personaje, alto, delgado y de ojos refulgentes…

Sobre los autores
AINA ALBI. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, ha trabajado como dibujante de storyboards y ha colaborado como ilustradora en publicaciones como Dones Periodistes, con tiras cómicas como Fina i Segura periodista d’altura, y en las revistas Código 84 y Ágora. Sus trabajos han aparecido en los volúmenes benéficos TBO for Japan e Ilusionaria 2, y ha expuesto en muchos lugares, entre ellos el Salón del Cómic de Barcelona.

LUIS GUALLAR. Escritor compulsivo y amante del terror y la ciencia ficción, es el autor de las novelas El Puente del Diablo y Cara de Muerto, ambas publicadas por Tyrannosaurus Books. Sus relatos han aparecido en la revista digital Ultratumba y en diversas antologías como Bueno, bonito, maldito... (2014), Action Tales (2013), Ácronos. Antología Steampunk (2013), Todos iguales todos diferentes (2013), Calabazas en el Trastero: Horror Cósmico (2013) y Las mejores historias de zombies de Tyrannosaurus Books (2012). También ha participado en varios certámenes, quedando finalista en el I Certamen ESMATER de relato breve y habiendo ganado en II Concurso de Relatos Pasadizo 2012.
 

 
 

lunes, 27 de abril de 2015

Juegos de Palabras por AC.Ojeda





Juegos de palabras por AC Ojeda (1era Parte)


Llega un momento en la vida de todo videojuego que él mismo se pregunta si debe empezar a contar historias o seguir siendo un juguete. Ese momento es el mismo en el que empieza a salir con videojuegas a la par que le crece un bigote ridículo. Ese momento tan existencial como absurdo porque pronto descubrirá que no tiene que dejar de hacer una cosa para poder hacer la otra. Sí, así es ¿No lo sabíais? Pues seguid leyendo que os cuento un poco de todo eso y mucho más en estas líneas.

Este artículo no es una reflexión decimonónica sobre el origen de  los videjuegos y su calado en nuestra sociedad. Tampoco es un tostón pedante sobre los conceptos narrativos que han ido cambiando a nuestros amigos virtuales. Es una reflexión personal, un repaso subjetivo, un escrito outsider -hecho por un borderline- sobre cómo la literatura ha influido para bien en el desarrollo de los mismos.

Algunos piensan que eso de contar historias con los videojuegos es algo novedoso y que la narrativa audiovisual la han inventado unos iluminados que han llegado en una nave espacial. Pues siento decirles que no, no es algo moderno aunque sí algo que está de moda. Estoy seguro que los títulos que mencionaré quizás no sean los más antiguos pero sí los que más me han llamado la atención mientras buceaba en un mar de documentos para preparar el artículo.

Tres años antes de que naciera este que os escribe, veían la luz unos juegos que mucho tenían que ver con la literatura: Farenheit 451 (íd, Telarium, 1984) y Sherlock (íd, Beam Software, 1984). En el caso del primer desarrollo citado se trata de una aventura gráfica alrededor de la historia que transcurre en la novela. En el caso del segundo no es más que la investigación de un crimen desde el prisma que lo harían el señor Holmes y Watson. Ambos juegos tuvieron gran repercusión en la época que se sacaron siendo proyectos demasiado ambiciosos para la época. Una prueba de que se podía llevar grandes obras de la literatura al campo interactivo.

En 1986 un grupo de valientes se atrevieron con algo que personalmente jamás me hubiera atrevido. Llegar al videojuego una obra de uno de los genios de los últimos tiempos. Piranha Games decidió adentrarse en el Mundodisco y sacar un juego de “The Colour of Magic” la novela de Terry Pratchett. Una genialidad o una locura que salió a las mil maravillas.

Siguiendo con la senda de escritores que han marcado un antes y un después en la literatura, nos tenemos que parar en el año 1987 y quedarnos en nuestro país. A cualquiera que sepa un poco sobre la historia de los videojuegos sabrá que hubo una época en la que podíamos mirar a los ojos a cualquier desarrollador extranjero sin complejos. Pues bien, en esa época nació una joya que revolucionó el mundo del desarrollo, La abadía del crimen de Paco Menéndez y Juan Delcán. Este juego está basado en la novela “El nombre de la rosa” de Umberto Eco y aún a día de hoy es considerado una de las mejores creaciones nacionales. Si no lo has probado... ¿A qué esperas?

Sin abandonar ni el año ni la procedencia, tengo que hacer una mención especial a la historia más universal de todas las que se han forjado en nuestro país. Sí, estáis en lo cierto, el Quijote también tuvo adaptación al videojuego. Los chicos de Dinamic decidieron acompañar a Alonso Quijano y Sancho Panza en sus aventuras y hacer la suya propia ¿Sería descabellado plantear una aventura sobre este hidalgo manchego con la tecnología que tenemos a día de hoy? Quién sabe si alguien se atreve a meterle mano.

Terminaré esta primera entrega de literatura en los videojuegos con otro juego patrio. En esta ocasión la historia escogida llega desde tierras lejanas y la firma un tal Julio Verne, casi nada. En 1989 ve la luz “Viaje al centro de la tierra” de Topo Soft. Otro ejemplo de que los grandes también tiene cabida en el mundo del videojuego.

Hasta aquí esta primera entrega de píxeles que antes fueron palabras. En la segunda entrega saltaremos hacia adelante en el tiempo y seguiremos mencionando grandes obras literarias que pudieron ser jugadas con un mando.